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24 jun 2007

Historia del Vibrador


Visitando el blog de mi novia que intenta hacerme competencia (jajaja la verdad no es cierto pero me gusta mas su concepto que el mio xD lo malo es que no quiere venirse a escribir aca), me encontre con un articulo bastante curioso sobre las cosas que no debes decir durante el sexo y en mi afan por conseguir esa imagen di con un sitio donde encontre la historia del vibrador, aqui se las dejo para que se aumente su cultura

Hacia el año 1880, cansado de masturbar manualmente a sus
pacientes, el doctor Joseph Mortimer Granville patenta el primer
vibrador electromecánico con forma fálica.

Durante el siglo XIX, el masaje de clítoris es considerado
el único tratamiento adecuado contra la histeria, de manera
que cientos de mujeres acuden cada día a su médico
para que les masajee la zona y les induzca a un "paroxismo
histérico", hoy conocido como orgasmo.


La
histeria, supuesta enfermedad que los griegos habían descrito
el "útero ardiente", se convierte en una especie
de plaga entre las mujeres de la época. Cualquier comportamiento
extraño – ansiedad, irritabilidad, fantasías
sexuales – es considerado como un claro síntoma y
la paciente es enviada inmediatamente a recibir un masaje relajante.
A finales del XIX la cantidad de mujeres que acuden a la consulta
es tal, que a los médicos se les acaba por cansar la mano
y empiezan a inventar todo tipo de artefactos que les ahorren
el trabajo.

La
variedad de vibradores de aquella época es abrumadora,
muchos modelos funcionan con corriente eléctrica, otros
lo hacen con baterías o gas, incluso se diseñan
algunos que funcionan a pedales ((hay que imaginarse al médico
pedaleando como Marco Pantani para proporcionarle a su paciente
su correspondiente ración de alivio histérico)).
Los aparatos tienen velocidades que van desde 1.000 a 7.000 pulsaciones
por minuto y los precios pronto empiezan a ser asequibles para
su uso doméstico. Modelos como el “Barker Universal”,
el “Gyro-Lator” o la “Miracle Ball” comienzan
a comercializarse a través de los periódicos de
tirada nacional. “La vibración es la vida” –
rezan algunos anuncios – “Porque tú, mujer, tienes
derecho a no estar enferma”.

En
muchos catálogos femeninos el vibrador se publicita como
"instrumento para la tensión y la ansiedad femenina".
Su uso se promociona como una forma de mantener a las mujeres
relajadas y contentas. "La vibración proporciona vida
y vigor, fuerza y belleza” – dicen los anuncios –
“El secreto de la juventud se ha descubierto en la vibración”.
Su comercialización llega a tal extremo que algunos modelos
incluyen un recambio adaptable que convierte el vibrador en una
batidora.

Pese
a lo que nos pueda parecer hoy, en aquellos años la aplicación
del vibrador sobre el clítoris es tenida por una práctica
exclusivamente médica. En la concepción androcéntrica
de la época, al no haber contacto con el interior de la
vagina, se considera que no hay contacto sexual. Los problemas
y los tabúes empiezan más tarde, a partir de 1920,
cuando los vibradores aparecen en las primeras películas
pornográficas. A partir de ese momento, el vibrador empieza
a perder su imagen de instrumento médico y a adquirir connotaciones
negativas, hasta quedarse con el carácter algo turbio que
tiene en nuestros días.